En 2024 el consumo interno de ambas proteínas aumentó y algunos de los factores que han venido impulsando esta demanda son su precio accesible, su versatilidad y las tendencias globales, principalmente la influencia de la cocina y moda asiática.

El sector cárnico chileno se mantuvo firme durante 2024, con un crecimiento sostenido en el consumo de carnes de pollo y cerdo.

Según los últimos datos de ChileCarne, el año pasado el consumo per cápita de carne en Chile alcanzó los 82,7 kg, reflejando el protagonismo del pollo y el cerdo en la dieta nacional. El pollo lideró con 33,9 kg por persona, representando el 41% del total y registrando un incremento del 2% respecto a 2023. Le siguió la carne de vacuno, con 25,7 kg per cápita, equivalente al 31% del consumo total y un crecimiento del 2% en comparación con el año anterior. Por su parte, el cerdo experimentó el mayor aumento, con un alza del 9% que elevó su consumo a 19,7 kg per cápita, alcanzando el 24% del total, y los restantes 3,3 kg corresponden a pavo y otras carnes que equivalen al 4% de participación.

Factores que impulsaron el consumo de pollo en Chile

Como indican las cifras anteriores, el pollo consolidó su posición como la carne predilecta de los chilenos. Esta preferencia se debe a varios factores, entre los cuales están:

  • Salud y nutrición: Es percibido como una opción saludable debido a su menor contenido de grasa.
  • Economía: Su precio más asequible lo ha convertido en una excelente alternativa.
  • Versatilidad culinaria: Su facilidad para adaptarse a diversas preparaciones ha aumentado su popularidad en los hogares.

Ser la carne de mayor consumo en el país, conlleva innovar para diversificar la oferta y responder a la demanda. En este sentido, el sector productor avícola chileno ha demostrado una gran capacidad de adaptación para cumplir con lo que quieren los chilenos. Respecto a esto  se han desarrollado distintos formatos de venta para satisfacer las necesidades del mercado como, por ejemplo:

  • Cortes frescos: Pechugas deshuesadas, trutros (muslos) enteros, trutros cortos y largos, alitas y pechugas enteras, en distintas presentaciones y pesos.
  • Productos congelados: Filetitos de pechuga, tiritas de pollo y alitas congeladas, diseñados para una preparación más rápida.
  • Productos marinados y saborizados: Cortes de pollo adobados con sabores como chimichurri, orégano o barbecue, listos para cocinar.
  • Presentaciones al por mayor: Cajas de grandes cantidades, como la «Caja Trutro 1/4 Pollo» de 15 kg, destinadas a familias numerosas o restaurantes.
  • Productos procesados: Nuggets, croquetas y hamburguesas de pollo, opciones prácticas y populares entre los consumidores más jóvenes.

Transformación en el mercado del pollo

Según estudios de Agrosuper, lo anterior es la respuesta innovadora del sector avícola que ha ajustado sus productos y formatos para adaptarse a cuatro principales cambios que ha tenido el mercado:

  1. Cambios demográficos: La disminución del tamaño de los hogares y el crecimiento de la población adulta han llevado a la incorporación de formatos más pequeños y porciones individuales. Además, la inmigración ha diversificado la oferta con nuevos sabores e ingredientes.
  2. El valor del tiempo: La necesidad de reducir tiempos de preparación ha favorecido productos listos para cocinar, como cortes troceados o congelados. Tecnologías como las freidoras de aire han ampliado las opciones para cocinar pollo de manera rápida y práctica.
  3. Alimentación equilibrada: La creciente preocupación por la salud ha impulsado el consumo de pollo, especialmente la pechuga, por ser una proteína magra y versátil. Su bajo contenido en grasa y la ausencia de gluten o lácteos lo posicionan como una opción accesible y saludable.
  4. Experiencias en el hogar: La tendencia de preparar comidas en casa se ha consolidado, impulsando la oferta de productos saborizados. Además, la influencia de sabores internacionales ha diversificado la manera de consumir pollo.

Sin duda que la carne de pollo ha sabido evolucionar junto con el consumidor. Su versatilidad, precio y capacidad de adaptación le han permitido ajustarse a las nuevas necesidades y preferencias fortaleciendo así su demanda, tanto en Chile como a nivel global, como una opción clave en la alimentación moderna.

El auge del cerdo en la mesa chilena

Si bien el pollo lidera en consumo, el cerdo también ha ganado protagonismo en esta nueva era. Su presencia en la cocina se ha fortalecido gracias a la diversificación de cortes y formatos, así como a la incorporación de opciones más prácticas y listas para cocinar. Estas innovaciones han ampliado su consumo, adaptándolo a nuevas preferencias y consolidándolo en el menú chileno diario.

Como resultado, el consumo de carne de cerdo experimentó el mayor crecimiento entre las proteínas (+9%), incitado por sus variadas alternativas de preparaciones y también por tener un precio al alcance de todos.

En términos de hábitos de consumo, la población chilena ha aprendido que el cerdo es una opción saludable, especialmente por contar con cortes extra magros. Distintas campañas comunicacionales y publicitarias han reforzado estos atributos diferenciadores, colaborado para que esta deliciosa carne esté cada vez más presente en la mesa de los chilenos.

Con un amplio abanico de opciones, esta carne también se ha adecuado, ofreciendo una propuesta amplia, diversa y exquisita de nuevos productos:

  • Cortes frescos: Lomo centro, pulpa de pierna, costillar y malaya, disponibles en supermercados y carnicerías en distintos formatos.
  • Productos marinados y sazonados: Lomo sazonado, pulpa de pierna adobada y costillar marinado, listos para cocinar y pensados para ahorrar tiempo.
  • Presentaciones congeladas: Costillar, lomo sazonado y longanicillas en formatos que van desde 180 gramos hasta 1,8 kg.
  • Productos procesados: Embutidos como longanizas, chorizos y jamones, ampliamente consumidos en reuniones familiares y eventos.

Gastronomía asiática impulsa la demanda de pollo y cerdo

En los últimos años, la gastronomía asiática ha ganado un espacio significativo en Chile, impactando directamente en la demanda de carnes de pollo y cerdo.

  • Comida china: Platos como el cerdo agridulce y el pollo Kung Pao se han vuelto habituales en la mesa chilena, con una fusión de sabores adaptados al paladar local. También se han popularizado preparaciones como dumplings rellenos de cerdo y wontons fritos.
  • Cocina coreana: Su auge ha sido impulsado por la popularidad del K-pop y las series coreanas. Destacan la parrillada coreana (con diversos cortes de cerdo y salsas), el dakgalbi (pollo marinado picante) y el pollo frito coreano dakgangjeong, un plato emblemático de Corea del Sur.

Esta tendencia global ha llevado a la industria cárnica a expandir su catálogo, incorporando productos y presentaciones que reflejan la creciente influencia de la gastronomía asiática. En Chile, esto se traduce en nuevos cortes y preparaciones para satisfacer las preferencias, fomentando el desarrollo de alternativas más variadas y enriqueciendo la experiencia del consumidor.

El aumento en el consumo de pollo y cerdo en Chile responde a una combinación de factores económicos, cambios en el estilo de vida y una mayor apertura a influencias gastronómicas globales. Esta transformación representa una oportunidad para que la industria continúe evolucionando con productos que equilibren calidad, practicidad y sostenibilidad. Adaptarse a un consumidor más exigente y consciente del origen de sus alimentos será clave para consolidar un sector cárnico más competitivo y alineado con las tendencias internacionales.