“La composición nutricional del pollo ha cambiado considerablemente respecto de la que existía hace 30 años o más y esto genera la necesidad de conocer los valores nutricionales actuales. Ha habido un progreso notable en estos años en términos de la sustentabilidad”, destacó José Miguel Torres, médico veterinario y subgerente de Nutrición del departamento de pollos de Agrosuper, uno de los expositores presentes en el webinar “Calidad Nutritiva de las carnes en Chile, mirada de la Academia y la industria”, actividad organizada por la Carrera de Nutrición y Dietética del Departamento de Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica, en conjunto con Agrosuper, el pasado 13 de mayo.
Como ocurre en general en el sector agroalimentario, y en la industria de las carnes los programas genéticos, de investigación y la optimización a nivel nutricional avanzan año a año y así lo hicieron ver los dos panelistas presentes. Al encuentro -vía zoom- asistieron directores del Departamento de Ciencias de la Salud, representantes de las instituciones de ciencias de la salud, doctores y profesionales de nutrición. También participaron Arnoldo Riquelme, director del departamento de Ciencias de la Salud UC y Cristián Meyer, gerente de innovación de Agrosuper, quien señaló que “lo que buscamos con este ciclo de webinars es difundir información relevante sobre la proteína animal en la nutrición de las personas pero sobre todo, fomentar la alimentación equilibrada en la ciudadanía”.
Durante la primera exposición: “La importancia del consumo de pollo en la nutrición humana e información nutricional de la carne de pollo”, Loreto Rojas, nutricionista, magíster y académica de Nutrición y Dietética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, abordó en extenso las necesidades nutricionales y cómo consumir los nutrientes diariamente necesarios. “En el contexto de una alimentación equilibrada, la calidad nutricional de la carne de pollo está determinada por su bajo contenido de grasas, buena fuente de proteínas de buena calidad, vitamina B12, hierro y zinc. Además, existen factores que explican la variabilidad del contenido de nutrientes de las carnes: genética y nutrición animal”, reveló. La profesional indicó que la faena, procesos y la forma de preparar los alimentos pueden cambiar la composición nutricional de la carne de pollo.
Además, manifestó que consumir un trozo de 100 gr de pollo puede cubrir hasta un 54% de la necesidad diaria de vitamina B12, es decir, más de la mitad de los que necesitamos de esta vitamina. Asimismo, explicó que esa cantidad de pollo aporta 5% de hierro a las mujeres y 11% a los hombres. En cuanto al zinc, aporta un 13% a las mujeres y 9% a los hombres.
“Esta cantidad se debe complementar con otros indicadores para que nosotros podamos evaluar la calidad proteica de un alimento. Uno de ellos es la cantidad de aminoácidos esenciales. Se llaman así porque no los podemos sintetizar y deben ser consumidos a través de los alimentos”, afirmó.
También aseveró que: “En cuanto a la grasa total y saturada, el pollo y el pavo son las carnes que menos grasa tienen en comparación a otras carnes”… Por último, hizo mención en cuanto a que para la selección de alimentos es importante utilizar el etiquetado nutricional. “Los mensajes nutricionales pueden guiar la toma de decisiones al momento de comprar”, concluyó.
Más tarde fue el turno de José Miguel Torres, quien está a cargo de la alimentación y nutrición de pollos en Agrosuper. En su presentación, “Evolución de la carne de pollo”, abordó las cifras y datos sobre el contexto de producción y consumo de carne de pollo a nivel mundial. En 2019, se produjeron 98.382 mil toneladas de esta proteína en el mundo, siendo Estados Unidos, Brasil, China y la Unión Europea los principales productores. Mencionó la situación de Chile que hoy se posiciona en el lugar número 23. Esto debido a una tendencia favorable de crecimiento y sumado a los altos niveles de bioseguridad e inocuidad locales que han contribuido en el aumento constante en las exportaciones y en el incremento de la calidad de los productos ofrecidos tanto a nivel interno como externo. Se refirió también al consumo de carne de pollo en Chile señalando que hay una tendencia positiva. “El chileno promedio consume alrededor de 32 kg al año de carne de pollo y en diez años se estima que el consumo debería aumentar en un 12%”.
Tras una breve presentación sobre la empresa Agrosuper, el profesional destacó la relevancia de la integración vertical y cómo ésta permite el control de todas las áreas (proveedores, fábricas de alimentos, crianza y plantas de procesos). “Todos los controles están enfocados en la calidad (programas de control de dioxinas, antibióticos, etc.) y toda la industria está enfocada en realizar una serie de programas mixtos, que incluyen a la entidad sanitaria de rigor, el Servicio Agrícola y Ganadero para la exportación de carnes. Esta trazabilidad permite dar garantía para distribuir en la población nacional y para exportar”, aseveró.
Luego, transmitió temas relacionados con la nutrición, la sanidad la crianza -que implica nuevas tecnologías-, el bienestar animal y la sustentabilidad, todos de gran relevancia para la industria en la actualidad, y dio a entender que hoy se busca conseguir una nutrición de precisión. También destacó la importancia de la inocuidad de la materia prima, es decir el proceso de elaboración del alimento del pollo.
“Los pollos siempre están sujetos a enfermedades, virus, bacterias que pueden afectar la manera en la que estamos tratando de controlar. Sin embargo, hoy la tecnología nos permite tener un mayor control aún sobre todo el proceso de producción. Hay un mayor desarrollo en áreas como bioseguridad, salud intestinal, vigilancia, inmunidad y capacitación de nuestros colaboradores”, agregó.
“Nuestra labor es producir alimentos inocuos y saludables, sin hormonas ya que están prohibidas por resolución SAG, puesto que no existe para nosotros un sentido fisiológico ni económico que justifique su uso. Además, quiero destacar todo el esfuerzo en calidad e inocuidad, el efectivo cumplimiento de diferentes normas, que demuestran que el producto final cumple con todas las normativas y nuestro real interés en conseguir una nutrición humana equilibrada y saludable. La carne de pollo es muy nutritiva, de calidad y económica, sólo basta con observar el rendimiento de la pechuga en 1980 que era de 13% y ahora en 2020 fue de 27,8%. También durante este período de tiempo, ha habido una reducción significativa de los niveles de grasa”, concluyó.