Parte importante del impulso económico y del progreso de los países, hoy en día está dado por las decisiones de responsabilidad social que toman las empresas alrededor del mundo con el objetivo de influir positivamente en las comunidades con las cuales se relacionan de alguna manera. La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) está siendo entendida desde hace algunas décadas como una filosofía que se incorpora en la visión del negocio, estableciendo sus bases en valores éticos, cuidado del medio ambiente y sustentabilidad en general.
La industria de las carnes blancas de Chile también se ha distinguido por materializar distintas estrategias socialmente responsables, llevando adelante soluciones, medidas e iniciativas que han contribuido tanto al desarrollo de las comunidades donde se emplazan, como a la mitigación de impactos que, como toda industria productiva, han podido ocasionar.
El emprendimiento está en el ADN de Agrosuper
Por varias décadas, Agrosuper ha implementado distintas acciones de RSE al interior de las distintas comunidades aledañas a las localidades donde se emplaza. Hoy destacan que el año 2020 comenzó el programa “Capital Emprendedor”, una iniciativa que actualmente congrega a emprendedores de Mostazal, Graneros y Doñihue, quienes reciben capacitaciones, mentorías y talleres con el fin de potenciar y fortalecer los emprendimientos de estas comunas. Este año, además de las municipalidades, forman parte del desarrollo de Capital Emprendedor, Fundación La Semilla, Fundación Banigualdad, AIEP y el Centro de Negocios Sercotec de Rancagua, organismo que impartirá clases a los emprendedores de segundo año.
Sobre este proyecto, Rodrigo Torres, subgerente de Relaciones con la comunidad de Agrosuper sostuvo: “El emprendimiento está en nuestro ADN, y por este motivo queremos continuar apoyando el crecimiento y desarrollo de los 350 emprendedores que serán parte de este programa durante los próximos tres años. Como Agrosuper estamos orgullosos y felices de poder llevar a cabo este trabajo colaborativo, a través del cual entregamos nuevas herramientas que les permitirán innovar y fortalecer sus proyectos”.
Por su parte, Sebastián Osorio, director regional de Sercotec se refirió al programa: “Nosotros desde Sercotec trabajamos bajo el alero de nuestro brazo armado que es el Centro de Negocios. Buscamos generar instancias para capacitar, asesorar y establecer conceptos que hoy son importantes de aplicar en sus emprendimientos. Queremos generar impacto económico, que les vaya bien, aumenten sus ventas, accedan a nuevos mercados”.
AASA, comprometidos con la reducción de emisiones GEI
La empresa AASA S.A. también ha llevado adelante acciones que contribuyen a generar crecimiento y progreso en sus comunidades y destaca por contribuir en la reducción de emisiones GEI. Agrícola AASA produce un equivalente a 5.200 kg. de Urea al día, valorado en 600 millones anuales de fertilizantes. En la actualidad se fertirriegan más de 800 hectáreas de vecinos. Con respecto a la generación de ERNC, se reducen 2.200 toneladas de CO2 emitidas en la atmósfera, debido a la generación eléctrica que permite abastecer un 59% de la energía eléctrica consumida.
Estas medidas llevaron a la empresa a integrarse en 2019, al programa de HuellaChile y adquirió el compromiso de medir los GEI emitidos en la sucursal El Campesino, Mallarauco, Melipilla. Y en consecuencia fue reconocida con el sello de “Cuantificación”.
Actualmente, según indican, la inversión en programas de RSE por parte de la compañía asciende a 13MM$ al año y entre las actividades que han realizado en esta línea están las siguientes; Inauguración del sexto punto limpio en San Esteban, gala de magia con los colegios de la zona de Nancagua y Teno, retiro de residuos de fosas sépticas en Tierra Chilena y una exitosa campaña que llevó a 3.000 perros a desparasitarse. Hoy la empresa AASA cuenta con el primer plantel de cerdos en Chile en adherir a Huella Chile.
Coexca, “un buen vecino y un amigo colaborador”
En Coexca existen dos áreas en las cuales la empresa colabora en temas de RSE: en Educación y en temas relacionados con el AguaDe acuerdo a Carlos Montoya, director de Asuntos Corporativos de la empresa, en materia educacional se colabora con dos escuelas; “la primera ubicada en la comuna del Maule, muy próxima de donde está instalada la planta faenadora. A esta escuela asisten niños vulnerables y de escasos recursos, oriundos de Villa Francia y Villa Brisas del Maule. Son niños con muchas dificultades para movilizarse, especialmente en invierno. Lo que nosotros hacemos es colaborar con la movilización durante todo el año, con un transporte que los recoja por las mañanas para llevarlos al colegio y por las tardes para trasladarlos a sus casas. En la misma línea, en esta misma escuela, realizamos acciones tales como: premiaciones a los mejores alumnos a fin de año e implementación deportiva para que los niños puedan hacer deporte como corresponde. Hemos contribuido incluso con pizarras electrónicas”, destaca.
La otra escuela es la de Sauzal, en donde Coexca S.A. coopera tanto con los padres y apoderados como con los niños. Algunas de las acciones que realizan son: el paseo anual, donde colaboran llevando concertistas en música clásica por ejemplo, para que tengan la oportunidad de conocer otros géneros de música. Además, colaboran con las premiaciones y con arreglos en la cocina del colegio. También se implementó un diario en ambas escuelas para generar mayor comunicación y cercanía entre los mismos alumnos, padres y profesores.
En cuanto a los temas relacionados con agua, relata: “Sauzal, que es lo más cercano a nuestro criadero en San Agustín, es un pueblo que en el verano se queda derechamente sin agua, se seca debido a la sequía que ha azotado a nuestro país durante los últimos años. En este sentido, hemos colaborado con punteras y pozos para que ellos tengan un normal abastecimiento. Definitivamente esto ha sido una solución impresionante y eficaz para el pueblo porque antes tenían que batirse con camiones aljibes, los que transportaban el agua desde la Municipalidad o de la Gobernación”.
Según Montoya, los vecinos que están alrededor del criadero San Agustín reciben mil litros de agua semanales para cada hogar durante todo el año, con el objetivo de que también posean abastecimiento de agua para vivir diariamente.
Estas iniciativas que se implementaron hacia ya tres años, se enmarcan en un programa a largo plazo, permanente y sostenido, y que son parte de la estrategia de RSE de Coexca S.A. “Lo hacemos con mucho cariño, trabajamos en conjunto con las comunidades con una comunicación permanente, sobre todo para que nos presentemos como un buen vecino y así, ellos tengan un amigo colaborador”, aseveró.
Y añadió: “Más adelante, estamos considerando contribuir con la recolección de basura, en particular en el criadero San Agustín y no está demás decir que en otros criaderos ya hemos colaborado con estanques para agua para los habitantes de la zona y con fumigaciones para ayudar con el tema de las moscas en los hogares”.
Maxagro, atentos a la reinserción social de niñas y adolescentes vulnerables
Tanto para las demás empresas como para Maxagro, las comunidades son un actor esencial en el quehacer diario. Según Rolando Rojas, gerente de Personas de Maxagro, es muy relevante el contacto fluido y directo con las personas que rodean sus operaciones, así como seguir con atención las realidades de las comunidades con el fin de poder contribuir y aportar con algunas de sus necesidades.
Como parte de este compromiso, Maxagro y Juntos por la infancia han suscrito una alianza con los hogares Felice Sala de San Vicente de Tagua Tagua y Nuestra Señora de Fátima de Chillán Viejo para apoyar a niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad. Se trata de una labor muy relevante para el equipo pues no solo comprende la entrega de aportes para la mantención de sus dependencias y desarrollo de su labor, sino que los propios trabajadores de Maxagro periódicamente visitan los hogares para acompañar y compartir con las residentes. «Este voluntariado es muy importante para nuestros colaboradores porque les brinda una experiencia tremendamente significativa, asociada a poder contribuir desde la empatía, el acompañamiento y la escucha a niñas y adolescentes que han vivido escenarios complejos y que, sin duda, necesitan el apoyo e impulso que las anime a creer en sí mismas y en su potencial. Nos llena de alegría poder compartir con ellas y contribuir con nuestro grano de arena en la reinserción social de estas niñas y adolescentes», explica Rolando Rojas.
Como parte de esta labor, los voluntarios han recibido asesoría y capacitaciones de la Fundación Padre Semería -encargados del hogar en San Vicente- para comprender mejor los desafíos que enfrentan las residentes acogidas y entregar herramientas para
acompañarlas y comunicarse de manera efectiva.