A dos meses de su designación como Embajador de Chile en Corea del Sur, Mathias Francke conversó con ChileCarne destacando las oportunidades de crecimiento para la carne de cerdo chilena en ese país, los beneficios que ha otorgado el TLC entre ambas naciones -el cual se encuentra en proceso de modernización desde hace un par de años- y los esfuerzos públicos y privados que se tiene considerado implementar en 2023-2024.

Además, comentó que se reunió con ChileCarne y pudo conocer todo lo que está desarrollando el sector, sus planes y proyectos futuros y especialmente lo que se está realizando en temas tan importantes como son la sostenibilidad, la inocuidad alimentaria, el uso de antibióticos, el manejo de residuos y el cuidado del medio ambiente, destacando que la industria porcina chilena está haciendo un gran trabajo, y que si bien es difícil, toma tiempo y también recursos, son tareas en las que hay que seguir trabajando si el objetivo es mantenerse en primera línea en mercados sofisticados como lo es el coreano.

– Corea del Sur es un mercado clave para la carne de cerdo chilena. Desde su amplia experiencia en el área de política comercial, ¿cómo visualiza las oportunidades de continuar desarrollando la economía agropecuaria local en ese país y particularmente el seguir posicionando en ese mercado la carne de cerdo?


Corea ha sido un mercado relevante y esperamos que lo siga siendo. Queremos potenciar el mercado coreano así como los productos y alimentos chilenos en Corea, especialmente en épocas de crisis de seguridad alimentaria como la que vivimos, y de precios muy altos de los alimentos. Queremos establecer y potenciar una relación de largo plazo con sus consumidores, de forma que ellos tengan acceso preferente y estable de alimentos.

Chile está muy bien posicionado en el mercado coreano con diversos productos. Obviamente la carne de cerdo chilena, la panceta de cerdo, es reconocida localmente ya que somos uno de los proveedores relevantes. También somos el principal proveedor de uva de mesa, de vino, de cerezas y de otros productos alimenticios, por lo tanto hay que potenciar esta relación.

En ciertos productos estamos abriendo mercados por la vía de permisos sanitarios, por lo tanto son mercados en los que creemos que Chile tiene un potencial grande, pero requerimos de esos permisos y así se está conversando con la autoridad correspondiente. De hecho, una delegación del SAG y del sector privado, ASOEX, estuvo visitando Seúl hace un mes para hablar de estos temas, de cómo facilitamos el comercio agropecuario, los permisos sanitarios y la certificación digital. Facilitar aún más los procesos aduaneros y sanitarios es clave.

Estuvimos conversando con ChilePork y ChileCarne de cómo seguir trabajando en el mercado coreano. Hoy día la carne de cerdo tiene una forma de ingresar, tiene un canal de consumo, pero todavía quedan posibilidades, por ejemplo al consumidor directo, digamos supermercados, donde todavía hay un espacio muy grande de trabajo. 

– Este año se celebró el 60° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas de Corea del Sur con 15 países latinoamericanos, entre ellos, Chile. Además, Chile fue el primer país en concluir un TLC con Corea, en 2004. ¿Qué resultados ha traído el acuerdo para ambas economías a nivel general y qué oportunidades ve usted para estos años?

Chile es el primer país con el cual Corea negoció un Acuerdo de Libre Comercio y es el primer acuerdo comercial que Chile tuvo con un país de Asia. Nosotros también fuimos el primer país en América del Sur en reconocer a Corea del Sur, mucho antes que otros, en el año 49´ específicamente. Esto último es particularmente reconocido por los coreanos.

 El TLC ha permitido duplicar el comercio exterior desde que entró en vigencia hace 18 años. Pero también ha aumentado de manera significativa el número de empresas exportadores y el número de productos chilenos exportados a Corea, por lo tanto, nuestras exportaciones se han diversificado en todos estos años.

Sin embargo, es un acuerdo que se ha quedado un tanto atrás en relación a otros acuerdos que ha firmado tanto Chile como Corea con otros socios comerciales y, por tanto, sus disciplinas requieren ser modernizadas y actualizadas.

Hoy día se está en ese proceso de modernización que se inició hace ya un par de años y que va a incluir conceptos como la economía digital, la facilitación del comercio, la sostenibilidad y las pymes, que Chile ya tiene en otros acuerdos, pero que no los tiene con Corea. Además, queremos mejorar el acceso al mercado a una lista importante de productos, alrededor del 5% de las partidas arancelaria, y que están excluidas del acuerdo. Estamos trabajando con Corea para liberalizar ese 5% que son alrededor de 400 líneas arancelarias, la gran mayoría de las cuales son productos agrícolas.

– ¿Qué esfuerzos públicos y privados estima sería positivo impulsar en 2023-2024 que propicien el seguir avanzando en beneficio de las exportaciones de carne de cerdo de Chile y de su posicionamiento en Corea del Sur?

En Chile la alianza público privada en materia de exportaciones y de fomento a la internacionalización de las empresas chilenas, siempre ha existido. El sector privado ha ido de la mano del sector público abriendo mercados. Un ejemplo, recientemente acompañé al Corea Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y la Asociación de Exportadores (ASOEX) a algunas reuniones que tuvieron con autoridades de este país para plantear sus inquietudes y sus intereses, así como planificar el trabajo futuro. Ese trabajo conjunto siempre ha funcionado, por lo que hay que seguir potenciándolo.

La Embajada de Chile en Corea cuenta con una Oficina Comercial de ProChile, con un Agregado Comercial y también con una Oficina Agrícola por la importancia que tiene el acceso sanitario al mercado coreano. Todas estas oficinas trabajan coordinadas entre ellas, con el sector privado y con las agencias públicas respectivas.

Somos un canal de apertura de puertas, de gestiones importantes a nivel político y en eso siempre el sector privado, en lo que respecta a Seúl y en lo que me respecta a mí como Embajador de Chile en Corea, siempre va a tener las puertas abiertas y la total disposición en apoyar al sector privado en sus planes de internacionalización en el mercado coreano. Así se lo reafirmé al gremio productor y exportador de carne de cerdo.

– El mercado coreano es muy importante para nuestros exportadores de carne de cerdo. En base a su experiencia, ¿qué consejo daría a las empresas chilenas que les permitan hoy en tiempos de cambios y contingencias mundiales de diverso tipo, seguir llegando con éxito a los distintos públicos de Corea del Sur?

Bueno, mi experiencia aún es muy breve ya que asumí hace sólo dos meses. Sin embargo, en estas pocas semanas en Seúl he palpado el reconocimiento a la presencia de productos chilenos en el mercado coreano, incluyendo por cierto la carne de cerdo.

 A mi juicio, es clave la relación de confianza que se genera por un lado entre el consumidor y el importador en el mercado de destino y y el exportador-productor al otro lado del Pacífico. Nuestras empresas han tenido esa visión, ser proveedores confiables y a precios razonables. Porque si no, en un mundo globalizado e interdependiente, un exportador o un productor que no cumple con su palabra es rápidamente reemplazado por otro y no necesariamente otro chileno. La competencia con ciertos países, en el caso de la carne de cerdo, que ustedes conocen muy bien, es feroz y por lo que todos los días nuestros productores debe seguirse planteando como un proveedor confiable de productos alimenticios.

Confiables no solamente en que va a llegar con el producto en el tiempo, cantidad y las condiciones que se lo pidan, sino que también confiable en términos de sustentabilidad, de inocuidad alimentaria, de trazabilidad del producto y que éste  cumpla con estándares probados internacionalmente en estos aspectos. En otras palabas, que sea un producto de buena calidad y seguro. . Esto hoy día el consumidor coreano lo tiene muy en mente al momento de decidir su opción de compra y por eso la industria chilena tiene que seguir trabajando en esta línea de la inocuidad y de la sustentabilidad.