Estos manuales, junto con las pautas de verificación, refuerzan las medidas contra enfermedades en todos los niveles del sector, desde el productor de traspatio hasta los grandes establecimientos comerciales. Además, la conformación de una mesa de trabajo público-privada para la próxima temporada estival -meses en que el país se encuentra más expuesto a riesgos de ingreso de Influenza Aviar-, encabezada por autoridades de alto nivel, subraya la seriedad y el alcance de estos esfuerzos coordinados para fortalecer la bioseguridad en la industria avícola chilena.
En un plan estratégico cuyo objetivo es fortalecer la bioseguridad en el sector avícola, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile ha dado un paso significativo aprobando nuevos manuales y pautas de verificación. La Resolución Exenta N°4534/2023, emitida recientemente, marca un hito en la protección y mantenimiento del patrimonio zoosanitario del país.
Los manuales aprobados incluyen el «Manual de Bioseguridad en Avicultura de Productores de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) o Traspatio» y el «Manual de Bioseguridad en Planteles de Aves». Estos documentos son cruciales para establecer estándares y procedimientos rigurosos, dirigidos a minimizar el riesgo de enfermedades en la avicultura, tanto a nivel familiar como comercial. La bioseguridad, definida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) como un conjunto de medidas físicas y de gestión diseñadas para reducir el riesgo de enfermedades, es fundamental dada la contingencia de la Influenza Aviar Altamente Patógena. Los manuales y sus pautas de verificación serán fiscalizados por el SAG en un plazo de un año desde su publicación.
El manual para la AFC se enfoca en productores comerciales y pequeños productores de aves para autoconsumo o venta ocasional. Su objetivo es disminuir la exposición a enfermedades a través de medidas de bioseguridad esenciales. Entre estas medidas se incluyen la restricción del acceso a las áreas de aves, el aislamiento de aves recién introducidas y prácticas de limpieza y desinfección rigurosas. Este manual es particularmente relevante para los productores de traspatio, que a menudo tienen infraestructuras menos especializadas y una diversidad de tipos y número de aves.
Por otro lado, el manual para planteles de aves aborda los requisitos de bioseguridad en un entorno más controlado y comercial. Con un alcance que incluye todos los planteles de aves a nivel nacional, este documento establece procedimientos detallados para el control de ingreso y egreso de vehículos, personas y aves, así como medidas rigurosas de limpieza y desinfección.
Además de los manuales, se han aprobado pautas específicas de verificación para asegurar el cumplimiento de estas normas de bioseguridad. Estas pautas son fundamentales para garantizar que las prácticas establecidas en los manuales se implementen efectivamente en el terreno.
Esta iniciativa del SAG responde a las directrices de organizaciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio y la Organización Internacional de Sanidad Animal. Al armonizar los estándares nacionales con las normativas internacionales, Chile no solo protege su patrimonio zoosanitario sino que también fomenta un comercio más seguro y confiable de productos avícolas.
La aprobación de estos manuales y pautas de verificación es un claro testimonio del compromiso de Chile con la salud y seguridad de su industria avícola. Con estas medidas, el país se posiciona como un líder en la implementación de prácticas de bioseguridad avanzadas, protegiendo no solo su economía sino también la salud pública y el bienestar animal.
Por otro lado, el SAG también ha creado el Sistema Nacional de Bioseguridad para Establecimientos Pecuarios (Resolución 2.114/2023), con el objetivo de mantener e incrementar el estatus sanitario de los principales rubros animales y asegurar la calidad sanitaria de los productos derivados.
Adicionalmente, se ha conformado una mesa de trabajo público-privada para enfrentar la temporada 2024 por Influenza Aviar. La instancia estuvo encabezada por la ministra (s) de Agricultura, Ignacia Fernández y congregó al director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), José Guajardo Reyes, al presidente de Chilehuevos, Patricio Kurte y al presidente de ChileCarne, Juan Carlos Domínguez. Esta mesa se enfocará en reforzar las medidas de bioseguridad y coordinar esfuerzos entre distintos órganos del Estado.
“Nos hemos reunido con la industria productora de huevos y aves para instalar una mesa de trabajo que acompañe la temporada que viene por delante, donde probablemente haya una mayor prevalencia del virus”, señaló la ministra (s) de Agricultura. La autoridad además detalló que se reforzarán las medidas de bioseguridad en los planteles industriales y “en las y los pequeños productores de traspatio, de aves de corral (…) Un trabajo también de coordinación al interior del Gobierno con otros órganos del Estado que tienen que ver con medidas de contrabando, control de plagas y foco en el impacto que esto puede tener sobre la producción de carne de aves y de huevos”.
El plan de acción que inicia considera la actualización de la normativa actual, la que establece que todas las actividades que ejecutan los equipos técnicos se deben basar en dos documentos: un plan de contingencia para planteles industriales y traspatios y una estrategia sanitaria para aves silvestres. También se seguirá implementando el proyecto nacional “Seguimiento de las rutas y mapas de dispersión espacial en aves silvestres”, que abarca las regiones de Tarapacá, Maule, Biobío y Magallanes. Por otra parte, se reforzarán las capacitaciones a los equipos técnicos y se fortaleció el Sistema de Atención Ciudadana (SIAC) del SAG, para recibir denuncias de la ciudadanía a través de tres vías: Centro de Atención Telefónica (CAT), WhatsApp automatizado y Oficina de Informaciones, Reclamos y Sugerencias (OIRS).
Desde la industria de carne de aves evaluaron de manera positiva esta instancia de preparación. “El foco tiene que estar puesto en cómo comunicamos, para que estemos preparados, para que no nos olvidemos de que esto está siempre presente, y sobre todo, para que implementemos las medidas de bioseguridad, que son la clave para evitar que nuestras aves se enfermen”, comentó el Presidente de ChileCarne.
Durante este año el SAG registró 132.726 aves muestreadas, de las cuales 8.049 son silvestres, 25.187 de planteles industriales y 99.490 de traspatio. Un total de 100.417 aves silvestres fueron enterradas y la vigilancia del Servicio permitió confirmar que 51 especies diferentes de aves resultaron positivas al virus de influenza aviar.