Con el propósito de acercar la realidad del sector productivo a las nuevas generaciones, estudiantes de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile (FAVET), participaron en la charla “Gestión ambiental en producción animal”, dictada por Daniela Álvarez, gerente de Sostenibilidad de ChileCarne. Durante el encuentro, la profesional expuso acerca de cómo los sectores porcino y avícola han incorporado prácticas sostenibles y eficientes, avanzando hacia una producción comprometida con los desafíos globales del cambio climático y la seguridad alimentaria.

Realizada el 28 de octubre en el marco de la asignatura de Gestión Ambiental que cursan los estudiantes de cuarto año de la carrera, la actividad se convirtió en un valioso punto de encuentro entre la Academia y el sector productivo, promoviendo que los futuros profesionales integren el conocimiento técnico con la responsabilidad ambiental que exige el mundo actual.

Sostenibilidad como eje de la formación profesional

Uno de los ejes centrales de la charla fue el rol que cumple la sostenibilidad en la formación de los futuros médicos veterinarios, dado que el ejercicio profesional actual exige integrar la mirada ambiental en todas las etapas de la producción animal.

En ese contexto, Daniela Álvarez -Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Concepción, con amplia trayectoria en gestión de la sostenibilidad en el sector agroalimentario – destacó la relevancia de que los nuevos profesionales integren estos temas como parte esencial de su desarrollo académico y laboral.

“La sostenibilidad se ha convertido en un eje transversal para el desarrollo de una producción animal moderna y responsable”, señaló Álvarez, enfatizando que este enfoque  no se limita al cumplimiento regulatorio, sino que es un aspecto transversal de la producción donde la trazabilidad es la base del sistema, con la gestión de riesgos, la innovación tecnológica y por supuesto el trabajo colaborativo entre las partes.

En esa línea, repasó los principales hitos alcanzados por el sector cárnico en las últimas décadas, subrayando su aporte a la seguridad alimentaria nacional y su rol como exportador de alimentos sanos e inocuos. “El sector ha recorrido un largo camino en materia de sostenibilidad, con avances concretos en mitigación y adaptación al cambio climático, eficiencia productiva y uso responsable de recursos como el agua y la energía”, agregó.

Innovación ambiental y resultados concretos

Para mostrar cómo la sostenibilidad se traduce en resultados concretos, Álvarez presentó los avances tecnológicos y ambientales que ha impulsado el sector en los últimos años, orientados a reducir impactos y mejorar la eficiencia productiva.

En ese contexto, destacó la reducción del consumo de agua fresca gracias a sistemas que permiten recircular el 6% del agua tratada y reutilizar hasta el 58% en fertirriego de cultivos, ello gracias a la implementación de sistemas avanzados de tratamiento en más del 80% de la producción, generando bioinsumos agrícolas ricos en materia orgánica, mejorando la estructura del suelo y su capacidad de retención de humedad.

Otro hito relevante es la valorización de materiales que antes se desechaban, pero que  hoy gracias a la economía circular se convierten en harinas y aceites de alta calidad que son posteriormente utilizados en la alimentación de mascotas, integrando al sector en cadenas alimentarias más sostenibles.

Gracias a estas prácticas, el sector porcino y los planteles particularmente, han logrado reducir en un 24% sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en los últimos 20 años y reemplazar hasta un 38% del consumo de combustibles fósiles por biogás. “Los sistemas de tratamiento avanzados no solo disminuyen las emisiones de metano, sino también los olores, generando beneficios que van más allá de lo ambiental”, puntualizó.

Desafíos y colaboración con la Academia

Al cierre de su exposición, Álvarez destacó que los avances alcanzados no serían posibles sin una mirada conjunta entre la Academia y el sector productivo. “La formación de profesionales con visión integral y capacidad de innovar es clave para enfrentar los desafíos futuros. Muchos de estos estudiantes podrían aportar directamente a la gestión ambiental, la fiscalización o la investigación aplicada”, señaló.

La profesional recalcó que el enfoque Una Salud (One Health), impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), resume el espíritu de esta colaboración: promover el bienestar conjunto de animales, personas y ecosistemas, especialmente frente a los desafíos del cambio climático, la disponibilidad de agua y la seguridad alimentaria.

El encuentro concluyó con una invitación a los estudiantes a asumir un rol activo en la transformación del sector, incorporando la sostenibilidad como parte de su identidad profesional. “Una producción animal más responsable y resiliente -dijo Álvarez- solo será posible si la ciencia, la tecnología y la ética avanzan de la mano”.

La jornada fue también una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que marcarán los próximos años: avanzar en eficiencia energética, economía circular, mitigación del cambio climático e innovación tecnológica, pilares fundamentales para mantener la competitividad y sostenibilidad del sector.

Con ese mensaje, Álvarez llamó a los futuros médicos veterinarios a ser protagonistas del cambio, integrando la sostenibilidad en su quehacer profesional y contribuyendo al desarrollo de una producción animal responsable, resiliente y en sintonía con los desafíos ambientales del país.