Según el reporte del tercer trimestre 2023 de Rabobank y Global AgriTrends, el crecimiento económico moderado, el consumo con síntomas de debilitamiento, los continuos brotes de enfermedades y problemas en la eficiencia productiva son factores que configuran un panorama adverso para el sector porcino mundial.
Si bien el 2023 comenzó con fuerza, las proyecciones de Rabobank sugieren un posible debilitamiento del comercio internacional. El moderado crecimiento económico continúa siendo un elemento clave que afecta las decisiones de compra de los consumidores a nivel mundial. Esto se refleja en la reducción de exportaciones, crecimiento del desempleo y una menor confianza de los inversores, causando inquietud en lugares como China, algunas naciones del Sudeste Asiático y países de América del Sur.
Complementando con la perspectiva de Global AgriTrends, la inyección de aproximadamente 18 billones de dólares a la economía global post-COVID ha dejado una inflación sostenida. Esto ha llevado a empresas y sectores enteros a reconfigurar sus modelos de negocio y optar por la gestión de suministros. Con la reducción en la producción, se ha permitido que la escasez eleve los precios, afectando áreas tan variadas como las aerolíneas, la industria automotriz y la producción de carne. En este contexto, los consumidores son los más afectados, enfrentando precios más altos y potencialmente siendo excluidos de ciertos bienes y servicios.
Tendencias de consumo
En América del Norte y Europa, los consumidores enfrentan desafíos como el aumento salarial, que aunque modesto, ha sido sostenido y, lo más crucial, ha superado las tasas de inflación en el transcurso del año. Un aumento salarial por encima de la inflación significa que hay más dinero circulando. En este caso, sin mecanismos adecuados para controlar o equilibrar esta situación, se produce una presión al alza sobre los precios de otros bienes y servicios, y aunque las personas tengan más dinero, este dinero vale menos en términos de lo que pueden comprar con él, especialmente en alimentos.
Estas circunstancias llevan a la modificación en sus comportamientos de compra: selección de distintos métodos de adquisición; opciones por porciones menores de comida y cambios en sus preferencias de compra. A pesar de lo anterior, gracias al precio de la carne de cerdo, relativamente constante frente a la carne de vacuno o mariscos de alta calidad, sigue siendo un favorito en las dietas diarias de distintos países de esos dos continentes.
En relación al precio de los alimentos para cerdos, la situación ha tendido a estabilizarse, aunque aún hay ciertos elementos de riesgo. Las fluctuaciones de precio en productos como el maíz y la soya se hicieron patentes a comienzos de julio, influenciadas por aspectos como la reducción del área de siembra de soya en Estados Unidos, que fue menor a la esperada, y el incremento en zonas de maíz, que superaron las previsiones.
Según Global AgriTrends a nivel mundial el estímulo financiero post-COVID varió entre países, con naciones como Alemania, Japón y Estados Unidos liderando en per cápita. La resultante «inflación pegajosa» -como se denomina en inglés cuando esta se mantiene en el tiempo y es difícil de cambiar- ha elevado el costo de vida. En Estados Unidos, factores como la sequía han reducido el tamaño de los rebaños de ganado, prometiendo suministros más restringidos y precios más altos en el futuro. Adicionalmente, la Oficina de Meteorología de Australia ha anunciado la llegada del fenómeno de El Niño, lo que podría generar condiciones más secas en el país y afectar la producción agrícola.
El reto de las enfermedades
La salud animal se sigue viendo amenazada por brotes de enfermedades. La peste porcina africana (PPA) ha continuado afectando considerablemente la producción en áreas de Asia y Europa. A pesar de que la propagación de la PPA ha disminuido en velocidad durante el segundo trimestre, aún hay zonas afectadas, lo cual ha causado interrupciones en la cadena de suministro.
Asimismo, el síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS) representa un problema en España, llevando a una notable reducción en su producción de carne de cerdo.
«El sector porcino enfrenta tiempos desafiantes. Según el último informe de Rabobank, la desaceleración económica, el consumo en retroceso y los persistentes brotes de enfermedades están moldeando un panorama complejo para lo que queda del 2023. A pesar de diversos e importantes desafíos, desde ChileCarne confiamos en la adaptabilidad y resiliencia de nuestro sector, manteniéndonos alerta y preparados para este entorno en constante cambio», comentó el Presidente de ChileCarne, Juan Carlos Domínguez.
Conozca más sobre este informe de Rabobank en:
https://research.rabobank.com/far/en/sectors/animal-protein/pork-quarterly-q3-2023.html