El miércoles 28 y jueves 29 de abril se realizó el Simposio online “Salmonella: Actualización de control y tendencias”, instancia muy relevante para la industria avícola, organizada por la Fundación APINCO de Ciencia y Tecnología Avícola (FACTA, de Brasil) y cuyo objetivo fue dialogar en torno a esta enfermedad de origen animal, renovar conocimientos y debatir sobre nuevas tendencias del sector. El evento -que reunió a conferencistas de alto nivel, representantes y actores de la industria avícola regional- aborda diversos aspectos de interés del productor que contribuyen a la reducción de pérdidas en la cadena productiva y al mantenimiento de la salud pública.
Uno de los invitados a exponer en este encuentro que integró a representantes de Brasil, Chile, Uruguay y otros países, fue Juan Carlos Domínguez, presidente de ChileCarne, quien expuso el 28 de abril dentro el módulo «La importancia de los programas de control de Salmonella para los países de América Latina, en la práctica», espacio dentro del cual también expuso la experiencia de Brasil, Ricardo Santin de ABPA, Asociación Brasileña de Proteína Animal.
La ponencia de Juan Carlos Domínguez comenzó haciendo un análisis del contexto de la industria de la carne de aves en Chile, considerando que el pollo es la carne más producida del país y la segunda más exportada luego de la carne de cerdo. “Hoy, el 50% de las exportaciones de carne de pollo de Chile van a Estados Unidos, el 22% a China y el 16% a México. Por su parte, el 60% de las exportaciones de pavo van a la Unión Europea y a China (39% y 25% respectivamente). Así, el 44% del consumo pér cápita de carne en Chile es pollo”, dijo en su exposición.
Luego, se refirió a los activos con los que cuenta el sector, “se trata de una industria con muy altos estándares de bioseguridad, abierta al mundo y que mira al futuro”, señaló. “Además, de ser una industria sostenible que realiza importantes inversiones en tecnologías de primer nivel, que se preocupa del correcto uso de antibióticos sólo en situaciones médicas específicas y bajo el estricto control de un veterinario y que realiza -en conjunto con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y diversas ONG´s.- un importante trabajo en términos de bienestar animal”.
Hizo especial énfasis en que sobre todo durante los últimos 5 años, «el control de la salmonella ha implicado el esfuerzo de cada uno de los eslabones de la cadena en los procesos, siempre contando con la presencia de la autoridad sanitaria, con el fin último de continuar exportando carne de ave chilena hacia los 30 países de destino habilitados. Fijamos un rumbo para que todos los puntos de la cadena trabajen en un objetivo común y así, materializamos un acuerdo: lograr llegar a un 12% de prevalencia de la salmonella en 10 años, objetivo para el cual ya nos encontramos implementando distintas acciones».