“En el negocio de los cerdos no recuerdo un alza tan pronunciada de precios en un período tan acotado”, afirma Guillermo García, desde Talca.
García está a cargo de Coexca, una empresa productora de carne de cerdo. El ejecutivo explica que en tres semanas uno de los principales índices de futuros de carne de cerdo de la Bolsa de Chica‑ go pasó de US$ 45 a US$ 80. Los inversionistas reaccionaron a las noticias que provenían de China. Mejor dicho, a los rumores.
A inicio de 2019, las autoridades chinas admitieron que cerca del 10% de la masa porcina del país había sido sacrificada desde la detección del primer foco de peste porcina africana, en agosto del año pasado.
A pesar de las primeras evaluaciones gubernamentales, los trascendidos hablaban de que la epidemia era mucho más grave de lo que se admitía. Historias de criaderos cerrados se acumulaban, hasta que en abril Rabobank le puso números a la caída de la producción de cerdos china: 30%. El golpe de la peste porcina africana postula a la gran noticia agrícola de 2019.
“Independiente de que aumenten las exportaciones de carne a China, no serán capaces de cubrir la caída. Hay un ‘hoyo’ de 10 millones de toneladas de carnes que no se podrán cubrir, ni con producción local ni con importaciones”, afirma Juan Carlos Domínguez, presidente ejecutivo de Chile Carne, que agrupa a los exportadores de cerdos y aves.
Los chinos producen y consumen más de la mitad de la carne de cerdo del mundo. De ahí que la Bolsa de Chicago se disparara. La onda expansiva llega a otros rubros, pues el alza de precios arrastraría también a las carnes de ave, vacunos y salmones, entre otras proteínas.
Para los ciudadanos de a pie, no será muy agradable revisar la cuenta del supermercado en los próximos meses.
En todo caso, la sensación es que recién se está comenzado a dimensionar el cambio que vendrá para el agro mundial.
Situación en China
Con un consumo de 55 millones de toneladas al año en China, lleva la batuta en cuanto a la de‑ manda. Para ponerlo en perspectiva, Chile tendría que destinar toda su producción porcina durante 110 años para abastecer el consumo de doce meses de los orientales.
“En China hay empresas modernas, pero también una importante producción de traspatio”, explica Juan Carlos Domínguez.
El dirigente explica que los pequeños productores son una complicación importante a la hora de erradicar la peste porcina africana. La enfermedad no afecta a los seres humanos, pero es mortal para los cerdos y los jabalíes. No existe vacuna y ante los primeros brotes la medida es sacrificar a todo el plantel. El brote actual probablemente se originó en Georgia, en Europa del Este.
Alza de precios
Con el fin de abril el mundo está comenzando a aquilatar lo que se viene. El auge de las exportaciones a China no es inocuo. Significa desabastecer terceros mercados, por lo que, por simple ley de la oferta y demanda, el precio de la carne de cerdo subirá en esos países en las próximas semanas.
Chile no se escapará del fenómeno. En la actualidad un kilo de cerdo vivo en China se transa al equivalente de $1.600, mientras que acá solo vale $920. En el transcurso del año la brecha de precios tendería a cerrarse.
No se trata solo de que las empresas chilenas salgan a exportar en forma muy agresiva a China. Entre el 30% y 40% de la carne de cerdo que se consume en Chile es importada. Buena parte de ella viene de Brasil, país al que otros mercados le comenzarán a resultar más atractivos durante 2019.
Aunque todavía no se nota en los bolsillos de los consumidores, compradores institucionales que conocen los cambios en el mercado ya están preocupados de asegurarse materia prima, pensando en el salto de consumo asociado a Fiestas Patrias. Por ejemplo, el Ministerio de Agricultura de China, según el Financial Times, proyecta que para el segundo semestre de este año el precio de la carne porcina subirá 70% en ese país.