José Guajardo Reyes, recientemente nombrado Director del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), compartió con ChileCarne su visión estratégica y los retos que enfrenta en su nueva gestión. Con vasta experiencia en el sector, pretende tanto solucionar los desafíos sanitarios actuales, así como fortalecer la colaboración con el sector privado. Mientras el mundo avanza hacia la sostenibilidad, la protección del medio ambiente se convierte en un pilar clave en su liderazgo. A su vez, busca fortalecer la bioseguridad y la seguridad alimentaria, sin dejar de lado las amenazas que representan enfermedades como la influenza aviar. La siguiente entrevista se enfoca en algunas de sus propuestas, su visión y el compromiso que busca establecer entre el SAG, la industria y el bienestar del país.
– Dada su experiencia en el sector agropecuario, ¿cuáles son los principales objetivos que se propone para su gestión?
Principalmente desatar algunos nudos que hay en el sistema productivo sanitario. Para eso, afortunadamente cuento con bastante experiencia tanto en el sector silvoagropecuario como en el sector público, lo que me permite ir moviendo un poco las piezas de tal manera de que podamos concluir ciertos procesos. Dentro de esto, estoy hablando de resolver los desafíos que trajo la influenza aviar y terminar con la brucelosis bovina, en el ámbito avícola y bovino respectivamente. Yo creo que ahí mi experiencia puede ser un factor que puede generar alguna diferencia.
Además, uno de los sellos que quiero imprimir es el trabajo colectivo, el trabajo con todos los profesionales, técnicos y administrativos del servicio. Somos más de 5.000 personas, entonces sí tenemos cómo hacer el trabajo, tenemos cómo juntar todas las piezas que son necesarias para poder cumplir a cabalidad la tarea que nos corresponde. Yo creo que mi gran sello es cumplir metas y hacerlo junto a todo el equipo.
– Respecto del sector pecuario, ¿cómo quisiera realizar el trabajo conjunto con el sector privado y en qué materias?
El sector privado es fundamental. Ya he tenido sendas reuniones con el sector y voy a seguir teniéndolas, durante esta semana y la próxima, porque quien más sabe de su producción es el sector privado.
Nosotros velamos por la protección fito y zoosanitaria, que es fundamental para los procesos. Nuestro país tiene una ventaja competitiva, con el resto de Latinoamérica y con el resto del mundo, que hay que cuidar muchísimo. El sector privado aprovecha esas virtudes pero también trabaja muy colaborativamente para evitar que perdamos las condiciones sanitarias que tenemos.
En el ámbito productivo, el sector privado nos ayuda y coopera, visibilizando muy de cerca los temas concretos y muy específicos a los cuales tenemos que dar atención y poner cuidado. La verdad, no tengo complicaciones para trabajar con el sector privado y creo que el sector privado tampoco las tiene. Nos conocemos hace muchos años, desde mi paso como Seremi en la Región de O´Higgins, donde pudimos demostrar que trabajando juntos es posible llegar a cumplir muy bien las metas de ambos.
– Bioseguridad y seguridad alimentaria son dos factores indispensables para la producción y exportación de carnes blancas: cerdo, pollo y pavo: ¿Cómo pretende abordarlos?
Me correspondió trabajar el tema de seguridad alimentaria en mi periodo como Subsecretario de Agricultura y es un fundamental. Nuestro Presidente Gabriel Boric así lo señala, el Ministro Esteban Valenzuela lo mismo. Hicimos una causa con respecto a la seguridad alimentaria y también a la soberanía. De qué forma protegemos lo que es nuestro patrimonio, lo que tenemos en casa, de nuestra producción, nuestros valores y nuestra gente también, que la produce muy bien.
Así, la seguridad alimentaria ha sido un tema destacado en nuestra gestión como Gobierno y para ello necesitamos hacer trabajo concreto en el ámbito de la bioseguridad. Si no cumplimos con esa fase, la seguridad no se va a dar. Por lo mismo, hace poco promulgamos la resolución que crea el sistema de bioseguridad de establecimientos pecuarios y esto para nosotros es un gran logro, un gran avance que permite ir concretando todo el trabajo en protección fito y zoosanitaria. Yo creo que son estos hechos concretos los que mueven un poquito la brújula. Lo que hace los cambios es hacer las cosas.
Ahora, en específico, como tú me preguntabas por las carnes blancas, en el tema avícola hace poco empezamos el trabajo de la normativa de producción avícola, que es algo muy sentido por el sector privado. Como recién comentábamos, es el sector privado el que nos dice “elevemos los niveles de exigencia, elevemos nuestra normativa” de tal manera de que a través de ella evitemos la posibilidad de contraer alguna enfermedad, alguna plaga y de transmitirla. En el tema de influenza aviar, la bioseguridad es lo que marca la diferencia.
Como Estado nosotros hemos trabajado fuertemente y el SAG ha trabajado incansablemente en todo lo que tiene que ver con la recolección de las aves migratorias, enterrarlas y también los mamíferos que se han ido muriendo. Se han invertido recursos importantísimos. Se solicitaron recursos a Hacienda y el Presidente tuvo la visión de aportar un presupuesto de $14.000 millones de pesos para poder contratar equipos, vehículos y personas para poder controlar y realizar el manejo de esta enfermedad con elementos de bioseguridad en el ámbito silvestre.
También, se ha trabajado en el ámbito de traspatio con Indap ayudando mucho, con los Gobiernos Regionales, en distintas instancias, pero es el sector privado el que trabaja fuertemente en la seguridad de sus planteles y ahí es donde el trabajo unido rinde frutos.
– ¿Qué estrategias tiene pensado implementar para equilibrar las demandas de la producción agropecuaria con la necesidad de proteger el medio ambiente y con las metas relacionadas con la agenda de cambio climático?
El mundo está hoy día en la lógica del respeto al medio ambiente, del respeto a nuestro entorno y nuestro patrimonio y no concibe ya una producción que vaya a estresar más aún los sistemas ambientales, por muy productivos que estos sean. Estamos mirando cómo el mundo no solo quiere productos de calidad y productos baratos, sino que hoy día incluso prefieren pagar un poco más pero que sean productos que certifiquen que han sido desarrollados cuidando las condiciones ambientales de los territorios.
Nosotros como SAG ya hemos impulsado un trabajo interno y uno de los desafíos que tenemos para este periodo es incorporar elementos de cambio climático. Hoy día nos encontramos con la división de recursos naturales trabajando ya en una unidad de cambio climático que pueda dar respuesta a las necesidades y a todos los desafíos que crea este nuevo sistema de producir con respeto medioambiental.
– Dado que ya están planificando medidas para enfrentar la influenza aviar el próximo año, ¿puede detallar las estrategias y acciones que se están tomando para prevenir y controlar esta enfermedad en la industria avícola?
Ya tenemos experiencia en esto. El año pasado no nos tomó por sorpresa. Yo estaba en ese tiempo como Subsecretario y desde acá mismo, desde las oficinas del SAG, nos llegó el reporte del impacto que estaba teniendo la influenza aviar en el hemisferio norte y cómo la alta patogenicidad que aparecía en la conversación, daba un vuelco hacia la gravedad de la situación. Tuvimos tiempo para prepararnos desde mediados de año hasta diciembre cuando apareció el primer caso en Chile y a partir de ahí hemos seguido atesorando mucha información, mucho aprendizaje.
Hace una semana atrás se realizó un taller interno, con representantes de todo el país, de cada una de las regiones, donde se hizo un resumen y una evaluación de todo lo que fue el trabajo de nueve meses en directo contacto con el virus. A partir de esto, empezamos a pensar en lo que viene para el futuro, a prepararnos con mayor fuerza. Sabemos que las aves migratorias van a empezar a llegar en el verano nuevamente y existen los antecedentes suficientes de cómo se comporta y de cómo se va a comportar el virus en esta nueva temporada.
Tenemos los contactos internacionales con la OMSA, FAO y con el Instituto Latinoamericano de Cooperación Agrícola para ver cómo se está desenvolviendo el problema en otros países y con ello nosotros vamos preparando mejor ya la nueva llegada, a pesar de que este año ya estábamos bien preparados. Comparativamente con otros países tuvimos tiempo de avanzar y creo que se ha hecho un buen trabajo, un trabajo envidiable de todos nuestros funcionarios, bien camiseteados, tremendamente comprometidos con el deber.
– ¿Cómo se están coordinando con otros organismos nacionales e internacionales para enfrentar la posible amenaza de la Influenza Aviar o de la Peste Porcina Africana para que la industria chilena esté preparada?
Contamos con una división internacional muy fuerte y con la suerte de tener profesionales de altísimo nivel que se relacionan directamente, en el caso animal, con el Comité Veterinario Permanente. Ahí está nuestro jefe de división, Carlos Orellana, que es un referente internacional y que está en primer nivel en todas las discusiones, en todos los congresos del área. Así que afortunadamente tenemos muy buena llegada y un flujo permanente de información. Conmigo también pueden contar. El hecho de que yo sea médico veterinario y que haya trabajado muchos años en el ámbito avícola me permite comprender rápidamente y tener mucha sensibilidad hacia la situación. Así que es un periodo en que vamos a poder avanzar rápido y bien para el control de esta enfermedad tan compleja.
El mensaje es que entendamos que estamos trabajando en equipo, que estamos trabajando juntos. Que lo que afecte al sector privado, afecta al sector público y lo que afecte al sector público va a incidir en el sector privado. Ofrecer todo el apoyo para trabajar con franqueza, con mucha claridad y con rectitud, pensando solamente en el bien país y que en la medida que a la industria le vaya bien, que al SAG le vaya bien, a todo nuestro país, a sus trabajadores, a su medioambiente le va a ir bien. Ofrecer el compromiso de trabajar de la forma más honesta con cada uno de los sectores.