Maxagro, empresa agro-industrial dedicada a la producción y comercialización de carne de cerdo y frutas de alta calidad, para el mercado nacional y extranjero, anunció que duplicará la capacidad de sus planteles, dentro de la segunda etapa de un proyecto de modernización que consiste en la ampliación de la capacidad de producción tanto del plantel Rucapequén como de Peumo.
Así lo adelantó Pablo Espinosa, gerente agroindustrial de Maxagro, empresa que en abril de 2014 adquirió el 100% de la producción porcina de Friosa S.A., propietaria de los planteles de Agrícola y Ganadera Chillán Viejo. Se trata de dos proyectos de modernización de los planteles, que representan una inversión total de 23,5 millones de dólares: el de Rucapequén, por US$13,5 millones; y Peumo, por US$10 millones.
Jorge Rozas, Gerente Comercial de Maxagro, comentó que esta inversión permitirá aumentar su producción en un 20% y que actualmente, la empresa exporta el 45% de todo lo que producen.
Aumento de capacidad
El proyecto integral incluye también el aumento de la capacidad de producción de los dos planteles. En el caso de Rucapequén, el objetivo es pasar de 47 mil a 112 mil animales; mientras que en Peumo, donde funciona la maternidad, se prevé incrementar de 4.500 a 9.500 hembras.
“Ahora, ya terminados los biodigestores y el trabajo ambiental, nosotros estamos en condiciones de partir con la construcción. Estamos dedicados a la parte de los planos, estamos cotizando y debiéramos partir a fines de este año, primero en el plantel Rucapequén, y posteriormente en Peumo”, detalló Espinosa.
Asimismo, adelantó que cuando ambos planteles estén operando con su nueva capacidad, se estima que la dotación de trabajadores se duplicará, al pasar desde los 115 que laboran actualmente, a los 230, sin considerar los empleos indirectos.
Consultado respecto de la generación eléctrica a partir del aprovechamiento del biogas que se genera en el proceso, el profesional explicó que ello corresponde a una etapa posterior.
Biodigestores en plantel Rucapequén
La construcción de los dos biodigestores -contenedores herméticos que degradan los purines en condiciones anaeróbicas- del plantel Rucapequén concluyó en marzo del año pasado, y su puesta en marcha gradual ha contribuido a reducir las emanaciones de malos olores y proliferación de vectores que por tantos años han afectado a los habitantes de Chillán Viejo, particularmente de los sectores rurales El Quillay, Nebuco, Quilmo Bajo y Llollinco.
“Los biodigestores de Rucapequén están funcionando normalmente, están generando un buen volumen de gas metano, y la piscina la tapamos, por lo que el tema ha tenido una mejora sustancial”, comentó el ejecutivo.
En ese sentido, Espinosa destacó que la comunicación con los vecinos “es cada vez más fluida y la comunidad tiene más confianza en el trabajo de Maxagro, porque al principio estaba la incertidumbre de que lo que nosotros decíamos se cumpliera. Ellos ven que lo que nosotros les vamos diciendo se va cumpliendo; y siempre estamos llanos a la crítica, porque eso nos ayuda a mejorar”.
En cuanto al plantel Peumo -ubicado en el pueblo de Rucapequén-, cuyas obras se iniciaron en febrero de este año, precisó que “estamos poniendo la membrana arriba (del biodigestor) y deberíamos empezar a llenarlo en diez días más. Este año nos han jugado en contra las lluvias, pero ya estamos casi listos (…) De todas maneras va a estar operando en el verano”.
Fuente: La Discusión