Concebido como un parque recreativo y comunitario, este nuevo espacio busca ofrecer un entorno natural y de esparcimiento tanto para los colaboradores de la empresa como para sus familias y la comunidad en general de Mallarauco, localidad ubicada en la comuna de Melipilla, Región Metropolitana, promoviendo así el compromiso de la compañía con la sostenibilidad y la responsabilidad social empresarial.
Agrícola AASA celebró la inauguración de su “Área Protegida y de Biodiversidad”, conocida como el Eco Parque Campesino, el pasado 24 de octubre en su plantel de Mallarauco.
El evento de inauguración contó con la participación de estudiantes de quinto básico de la escuela Ramón Noguera Prieto, quienes se sumaron a una actividad de plantación de árboles nativos en el parque. Esta experiencia permitió que los jóvenes pudieran aprender sobre el cuidado del medio ambiente de manera práctica. “Yo creo que es un lugar espectacular, fantástico, porque les abre un mundo diferente. Aunque ellos están en el aula, aunque están en sus viviendas, es distinto venir, visitar, conocer y ver cómo se cuidan estos espacios”, comentó Raquel Silva Toro profesora de la escuela, quien destacó la importancia de este tipo de actividades en la educación ambiental de los niños y de la participación activa de los niños que pudieron jugar, plantar árboles nativos y aprender de la importancia de la reforestación y la conservación del entorno.
El Eco Parque Campesino fue diseñado para ofrecer una variedad de instalaciones recreativas que incluyen un circuito para caminata y bicicleta, juegos de niños, un área de quincho, una cancha, una cama elástica, un domo y un estacionamiento solar. “El parque cuenta con diversos elementos bajo un concepto de sostenibilidad. La idea es instalar paneles solares para mantenerlo iluminado constantemente. Habrá un domo donde se realizarán talleres deportivos, como zumba o clases de educación física, y una cancha para actividades deportivas típicas como el fútbol”, explicó Alejandro Gebauer Arredondo, Gerente de Gestión y Proyectos de Agrícola AASA, quien integra el equipo impulsor del proyecto. Además, agregó que la mencionada cama elástica que contempla el proyecto, simboliza los biodigestores de la empresa, permitiendo que los niños salten y se diviertan, emulando el proceso de generación de energía limpia.
Este espacio, según lo señalado por Alejandro Gebauer de Agrícola AASA, nace como parte de una visión de responsabilidad social empresarial que sitúa a sus colaboradores y la comunidad local en el centro. “El Eco Parque Campesino es un espacio dirigido, en primer lugar, a nuestros colaboradores y trabajadores, porque la responsabilidad social empresarial comienza con ellos y sus familias. Luego de eso, está la comunidad que nos rodea, de la cual también somos parte como empresa”, expresó Alejandro Gebauer de AASA
La creación del Eco Parque Campesino también responde a un objetivo educativo y de sensibilización sobre la importancia de la biodiversidad. En este sentido, el parque cuenta con un diseño paisajístico que combina 224 árboles de diversas especies, pensado para atraer a una variedad de fauna local. “Queremos que los niños puedan observar cómo se desarrolla tanto la flora como la fauna en este espacio y que puedan utilizarlo de manera responsable”, comentó Alejandro Gebauer destacando el compromiso de la empresa con la conservación del entorno.
Con esta iniciativa, Agrícola AASA reafirma su compromiso con la comunidad de Mallarauco, ofreciendo un espacio accesible para todos. “Hay empresas que tienen estos lugares, pero son cerrados para su gente o para un grupo exclusivo. En cambio, aquí, el lema y el programa fueron abiertos a la comunidad, a los que viven aquí y a todos los que quieran venir del valle, siempre y cuando lo cuiden, que eso es lo más importante”, concluyó la profesora Raquel Silva Toro invitada al evento.