El 1 de octubre se llevó a cabo —en la Escuela de Veterinaria de la Pontificia Universidad Católica de Chile— el “Taller de Actualización sobre Influenza Aviar: Perspectivas 2024-2025”, organizado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). El evento congregó a destacados especialistas del área para debatir sobre los avances en la erradicación del virus y los desafíos que enfrenta el país de cara al futuro.

La jornada comenzó con la intervención de Carlos Orellana, Jefe de la División Pecuaria del SAG, quien subrayó el éxito de las gestiones que permitieron la reapertura del mercado chino, cerrado por más de un año y medio a raíz del brote de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP). Orellana destacó el esfuerzo mancomunado que hizo posible la contención del virus y el retorno del acceso a uno de los principales destinos de exportación de productos cárnicos chilenos.

En todas las presentaciones se hizo mención especial al trabajo realizado en Arica por ChileCarne, donde Carolina Larraín, Jefa de Sanidad Avícola de esta asociación, participó activamente en las medidas de control y prevención implementadas en esa zona clave. “El trabajo de biocontención que se realizó en Arica en esa oportunidad, hizo posible retrasar el avance del virus a las aves comerciales, debido a que trabajamos en la reparación y bioseguridad de planteles comerciales y pequeños avicultores de traspatios, que se encontraban situados dentro de un radio de 5 kms de la playa, donde se detectaron los primeros pelícanos infectados. Por otra parte, gracias al Programa de Bioseguridad en Humedales, que opera desde el año 2015 y que beneficia a pequeños avicultores que se encuentran dentro del radio de 2 kms del Lluta, pudimos comprobar que el Programa funciona, dado a que éstos jamás se infectaron de IAAP, siendo que son los de más riesgo, por su proximidad a humedales de alta concentración de aves silvestres”, comentó Carolina Larraín.

Continuando con las presentaciones, Christian Mathieu, Veterinario de la sección de Virología Pecuaria del SAG, expuso sobre las capacitaciones y los avances en las técnicas de diagnóstico que se implementaron para enfrentar la crisis sanitaria. Mathieu explicó que estas mejoras fueron clave para la toma de muestras y la detección temprana del virus.

Uno de los puntos más álgidos de la jornada estuvo a cargo de Hugo Araya, Jefe de Sanidad Animal del SAG, quien reveló que la emergencia sanitaria generó un impacto económico considerable. Se destinaron cerca de US$9 millones a las operaciones para controlar el brote, lo que incluyó el sacrificio de animales y afectaciones a la fauna y al medioambiente. Además, el cierre de importantes mercados internacionales, como el de China, agravó las dificultades para la industria cárnica nacional.

En tanto, Paula Rodríguez, del Ministerio de Salud, aportó una perspectiva desde la salud pública, informando sobre los escasos casos de transmisión del virus a humanos. Explicó que el virus pudo haber ingresado a través de los receptores oculares, lo que abre nuevos interrogantes sobre los mecanismos de contagio en personas.

Por su parte, Rodolfo Reyes, de SERNAPESCA, lamentó las significativas pérdidas en la fauna marina, con una reducción del 15% en la población de lobos marinos y del 31% en la de pingüinos de Humboldt. Reyes destacó el trabajo conjunto entre SERNAPESCA y el SAG para controlar el impacto del virus en los ecosistemas costeros.

El cierre de la jornada estuvo a cargo de Pedro Jiménez Bluhm, Académico de la UC, quien profundizó en los hallazgos más recientes sobre la circulación del virus H5N1 en rumiantes, una problemática que podría traer nuevos desafíos sanitarios en el futuro cercano.