En el contexto del Día Internacional de la Mujer, celebrado el pasado 8 de marzo, resulta oportuno destacar el papel creciente y decisivo que juegan las mujeres en el sector. La participación femenina en posiciones de liderazgo, está no solo cambiando el rostro de la industria sino también abordando sus desafíos más acuciantes con perspectivas frescas y soluciones innovadoras. Conversamos con cinco mujeres que ocupan puestos de liderazgo en nuestra industria, quienes compartieron sus experiencias y visiones, así como el legado que aspiran a dejar.
La industria cárnica enfrenta desafíos diversos, que van desde la necesidad de adaptarse a tecnologías emergentes y desarrollar nuevos productos, hasta cumplir con altos estándares en salud animal, inocuidad y sustentabilidad. María José Irarrázaval, Directora de ChileCarne y ASPROCER, y Jimena Allende Vial, Directora de Empresas AASA, coinciden en que producir de manera sustentable y mantener una buena convivencia con comunidades empoderadas hoy son retos primordiales. La transparencia, la legalidad y el entendimiento mutuo surgen como pilares esenciales para afrontar estas dificultades.
“La industria de las carnes ha estado expuesta a constantes cambios y diversas dificultades a las cuales ha sabido adaptarse, principalmente a través de la adopción de tecnologías y desarrollo de nuevos productos. Una de ellas, ha sido la sustentabilidad, desafío que requiere tanto una nueva cultura y forma de trabajo, como recursos para su implementación. Hoy, el principal desafío está en producir sustentablemente sin afectar a las comunidades y para eso es clave avanzar en el ordenamiento territorial”, comentó María José Irarrázaval.
“El mundo requiere cada día más y mejores alimentos, más convenientes y abordables y empresas que los produzcan de manera responsable. Aparte de los retos que tiene cualquier negocio, en nuestra industria es fundamental el mantener una muy buena convivencia con comunidades cada día más empoderadas y autoridades más exigentes, donde debe primar sobre todo la legalidad vigente, los aspectos técnicos, la evidencia objetiva y la confianza mutua”, señaló por su parte Jimena Allende Vial.
Por su parte, Ximena Cáceres, Jefa de Sustentabilidad en Agrícola Santa Lucía de Maxagro, destacó que “desde el área en la que me desempeño, otro desafío que visualizo es lograr que la producción sea cada vez más sostenible a través de diversas acciones, como la disminución de emisiones de CO2, el uso de energía y del agua, además del fortalecimiento de la vinculación con las comunidades. En Maxagro estamos activos en todas estas materias, a través de un programa de relacionamiento comunitario que se ha ido afianzando a lo largo del tiempo, la medición de nuestra huella de carbono y la reducción de nuestro consumo de agua en un 30% desde 2014”
El valor del liderazgo femenino
La inclusión y el liderazgo femenino emergen como factores cruciales para abordar estos desafíos. La perspectiva femenina, caracterizada por un enfoque colaborativo y orientado a las relaciones, complementa los métodos tradicionales, fomentando diálogos abiertos y una mayor conciencia sobre el bien común. Según María Gloria Gutiérrez García, Jefa de Aseguramiento de Calidad de Coexca, la capacidad de las mujeres para trabajar detalladamente y estructurar procesos contribuye significativamente al aseguramiento de calidad y a la gestión efectiva de los equipos. “Cuando partimos acá en la planta yo era la única mujer y hoy día tenemos áreas de trabajo donde el 90% son mujeres. Se están incluyendo mujeres en las áreas de faena. (…) Yo creo que somos más responsables y más constantes que los varones”, comentó.
Macarena Pizarro, Gerente de Ventas Canal Supermercado de Agrosuper, señala que “en este nuevo contexto lograr los mismos objetivos es mucho más desafiante. Para enfrentarlos se requiere la incorporación de nuevas competencias y habilidades en los equipos, como la flexibilidad, el enfoque multisistémico, olfato emocional, que está demostrado que impacta positivamente ante crisis y obstáculos. Un equipo equitativo en liderazgos femeninos y masculinos, permite tener una visión más amplia de cualquier negocio. Las características de ambos liderazgos se complementan para potenciar y desarrollar nuevas ideas, soluciones, definiciones y cumplimiento de metas. La diversidad en los equipos de trabajo, en cuanto a género, edad, conocimiento y experiencia es la fórmula para sustentar exitosamente nuestra industria en el tiempo”.
“Creo que aportamos con una mirada complementaria y una forma más acogedora que permite generar diálogos abiertos y cercanos. La mirada femenina contribuye particularmente con un énfasis en el bien común. Al decir esto, me refiero a la creación de valor, no solo para uno mismo como individuo o para una empresa, sino también a la capacidad de generar valor desde mi posición hacia la sociedad en su conjunto, otras personas o empresas y el medio ambiente. De esta manera, se establece un sistema virtuoso que nos permite a todos crecer y desarrollarnos de forma armónica”, agregó María José Irarrazaval.
Visiones de futuro y legado
Mirando hacia adelante, estas líderes aspiran a dejar un legado de unidad, respeto y progreso. María José Irarrázaval desea promover una industria cárnica nacional de la cual todos puedan sentirse orgullosos, basada en miradas complementarias y formas acogedoras. Por su parte, Jimena Allende Vial y María Gloria Gutiérrez García ven la inclusión femenina como una fuente de inspiración para futuras generaciones, deseando una industria más equitativa y abierta, donde la diversidad de género sea reconocida como un valor agregado para el rendimiento empresarial y la comprensión del mercado.
Macarena Pizarro de Agrosuper, comenta que “hoy vemos cada vez más mujeres en los distintos procesos de la cadena de valor de nuestra industria. Estamos presentes desde los pabellones de crianza hasta las áreas administrativas y estratégicas de las empresas, lo que hace que cada vez más podamos poner en valor los equipos complementarios. Somos muchas las mujeres que hemos vivido el proceso de ser la primera mujer en algún cargo. Por lo mismo, tenemos el desafío de marcar un sello, algo que es complejo cuando tienes pocos modelos de liderazgos femeninos que mirar y, al mismo tiempo, cuando tienes que dejar la puerta abierta para la entrada de más mujeres en estos cargos de primera y segunda línea. Tengo la suerte de hoy pertenecer a Agrosuper, donde la invitación a “transformar” es parte de la cultura de la empresa. Afortunadamente, siempre he tenido las mismas oportunidades de mis pares y he podido idear y accionar en igualdad de condiciones. Sin embargo, aún tenemos la tarea como sociedad e industria de acelerar la inmersión femenina”.
“Pienso que ver a mujeres ocupando roles de liderazgo, es una inspiración para seguir derribando los estereotipos de género y avanzar en equidad de género. Medidas como la sala cuna, permisos pre y post natales, corresponsabilidad, pensión alimenticia, etc. han ayudado a la necesaria conciliación que debe existir entre las dimensiones laboral, personal y familiar de las personas y mitigar la dificultad para combinar la crianza de los hijos y el trabajo. Pero falta todavía mucho camino, en este ajuste de roles, el cual debe hacerse sin discriminaciones injustas, ni contra hombres, ni contra mujeres”, comentó la Jimena Allende Vial.
Ximena Cáceres, de Maxagro, comentó por su parte que “me gustaría inspirar a los actores de la industria para que todos trabajemos con foco no solo en los aspectos productivos, sino que, en la preocupación por las personas, el buen uso de los recursos y la relación con las comunidades. Respecto de la inclusión, creo que Chile como país tiene el desafío de dar aún más oportunidades de desarrollo a las mujeres, no esperar a que demuestren sus capacidades para considerarlas en un cargo de mayor responsabilidad. Tenemos que avanzar también para hacer más compatible vida familiar y trabajo. Se están dando pasos importantes en materia legal, pero creo que hay que partir por cambiar la mentalidad”.
“No busco reconocimiento como tal, sino confirmar a través de mis acciones y logros que es posible crear espacios de trabajo donde la igualdad de oportunidades prevalezca, donde hombres y mujeres colaboren codo a codo hacia objetivos comunes con respeto mutuo. Deseo que, en el futuro, la industria refleje una mayor inclusión y diversidad, reconociendo y valorando las contribuciones de las mujeres en todos los niveles. Que mi paso por esta industria sirva para abrir camino a otras mujeres”, concluyó María Gloria Gutiérrez García.