La biodiversidad, el tesoro natural que alberga la variedad de vida en nuestro planeta, se ha convertido en un tema central en la agenda ambiental global. Ante este panorama, el Programa Chile Origen Consciente (ChOC), al cual adhieren las empresas asociadas a ChileCarne, identifica las áreas de mayor valor ecológico y establece planes de gestión con el fin de proteger la flora y fauna, evaluando minuciosamente el impacto de las actividades productivas en la preservación de los ecosistemas.
En diciembre de 2022, se aprobó el ambicioso Marco Mundial de Diversidad Biológica Kunming-Montreal (MMDB-KM), estableciendo una hoja de ruta hasta 2030 que promete cambios transformadores en favor de la igualdad, la paz y el desarrollo sostenible. En este contexto, América Latina y el Caribe emergen como actores claves para alcanzar las metas de este marco revolucionario.
La región posee una riqueza biológica y cultural extraordinaria que la sitúa en una posición privilegiada. Es por ello que el MMDB-KM enfoca gran parte de sus esfuerzos en este sector del continente americano, reconociendo su potencial para avanzar hacia un futuro más sostenible. En particular, el sector silvoagropecuario y pesquero juega un papel fundamental en este proceso de transformación.
Cerca del 60% de las metas del MMDB-KM están directamente relacionadas con los sectores silvoagropecuarios y de pesca. Éstos son considerados agentes de cambio clave y se les exige comprender, informar y monitorear su potencial impacto en la biodiversidad durante sus actividades. Esta atención especial se debe a que la agricultura y la producción de alimentos desempeñan un papel crucial en la preservación de la biodiversidad.
El nuevo marco propone objetivos ambiciosos que se acercan a la magnitud de la crisis mundial de biodiversidad. Entre ellos se encuentran la planeación espacial con enfoque en biodiversidad, la restauración del 30% de los ecosistemas degradados y la conservación del 30% de los ecosistemas terrestres y marinos. Estas metas desafiantes reflejan la urgencia de actuar en consonancia con la magnitud de la situación actual.
En este panorama, programas como Chile Origen Consciente, a través de sus estándares para las industrias porcina y avícola, demuestran el compromiso de la región con la conservación de la biodiversidad. Sus estándares identifican las áreas de mayor valor y establecen planes de gestión de la flora y fauna, evaluando el impacto de las actividades productivas en la preservación de los ecosistemas. Las empresas adheridas implementan medidas concretas, como el desarrollo de planes de gestión específicos, la elaboración de mapas de áreas prioritarias y el registro de especies de variedades locales utilizadas en zonas de crecimiento vegetal.
“La implementación del MMDB-KM y la adopción de programas como Chile Origen Consciente en diversas industrias productoras de alimentos marcan el inicio de una transformación hacia la sustentabilidad en Chile y América Latina y el Caribe. Estos esfuerzos no solo protegen nuestros recursos naturales, sino que también contribuyen al desarrollo sostenible y equitativo de la región. Es momento de asumir el desafío y trabajar en conjunto para construir un futuro en armonía con la biodiversidad que nos rodea, preservando así la herencia natural para las futuras generaciones”, concluyó Daniela Álvarez, Gerente de Sostenibilidad de ChileCarne.