El programa busca fortalecer la competitividad de la industria agroalimentaria chilena a nivel global, mediante la aplicación de estándares que permitirán a las empresas demostrar su cumplimiento en materia de sostenibilidad.
La industria porcina y avícola chilena es una industria sostenible que basa su desarrollo en el concepto de economía circular, y que ha invertido en la adquisición y adaptación de tecnologías de primer nivel que le permiten seguir creciendo en términos de producción, pero sin afectar los recursos naturales del entorno. Asimismo, ha realizado grandes esfuerzos e inversiones por mitigar los impactos medioambientales en las zonas en donde están situados sus planteles porcinos con el fin de no afectar a las comunidades aledañas. Actualmente, este sector cuenta con su primer estándar de sustentabilidad sectorial que se ha denominado, “Chile Origen Consciente”, estándar que alinea métricas e indicadores a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) vigentes al 2030, y el cual se encuentra en etapa de pilotaje para durante este año 2021 lograr la certificación de las primeras empresas adheridas.
Se trata de una iniciativa liderada por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura, financiada con recursos de Corfo a través de la línea de Bienes Públicos para la Competitividad y en donde participan como pilotos en una primera etapa, los subsectores de producción de carne de cerdo, carne de aves y lechero.
El objetivo de “Chile Origen Consciente” es posicionar a Chile en los mercados internacionales y a nivel local, como un proveedor de alimentos seguros, saludables y sustentables. Asimismo, fomentar la sostenibilidad del sector agroalimentario chileno mediante cuatro ejes: Generación de estándares de sustentabilidad por rubro productivo, evaluación de desempeño en sustentabilidad, una alianza público-privada y comunicación de los resultados.
¿Qué es un estándar de sustentabilidad?
Un estándar de sustentabilidad es una norma voluntaria de cada empresa que regula múltiples aspectos relacionados con su gestión medioambiental, social, ética y administrativa. Éstos contemplan exigencias que siempre van más allá del cumplimiento de la normativa legal que posee cada país. Esto quiere decir que las empresas que adhieren de manera voluntaria a implementar un estándar de sustentabilidad adquieren mayores compromisos, los cuales son verificados mediante auditorías de terceras partes de manera independiente. Los estándares de sostenibilidad buscan guiar a las empresas en la tarea de mejorar su desempeño, entregándoles una hoja de ruta clara y ordenada para implementar las acciones y alcanzar metas comprometidas en él.
Los estándares se conceptualizan teniendo como referencia las mejores prácticas y tecnologías existentes a nivel mundial para los diferentes procesos productivos. Para su promulgación, requieren haber cumplido con una serie de exigencias que les permiten ser válidos, entre otras, deben contar con un diagnóstico, identificación de brechas, priorización de las acciones a considerar, mapeo y validación de dichas acciones por parte de los diferentes grupos de interés existentes.
Los estándares de sustentabilidad generados al alero del Programa Chile Origen Consciente tienen otra ventaja particular y es que han alineado sus acciones al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS – 2030), los cuales fueron acordados por todos los países para mejorar el desempeño de sustentabilidad global. La implementación de estos estándares por parte de las empresas entonces, es una oportunidad para Chile de poder contribuir positivamente a alcanzar estos Objetivos, lo cual además trae como resultados mejoras en la eficiencia de los negocios, el aumento en la transparencia y trazabilidad de los productos, así como el impulso a generar nuevas y fructíferas relaciones con los diferentes grupos de interés.
La “Caja de Herramientas” con la que cada empresa ejecuta el programa
El proyecto está desarrollado siguiendo una metodología denominada «Caja de Herramientas» que permite priorizar los aspectos críticos de la sostenibilidad para cada sector productivo, lo cual es realizado de manera participativa con cada uno de los actores relevantes por rubro productivo. Los estándares se basan en las buenas prácticas y en la adopción por parte de las empresas de alimentos chilenas de una estrategia de sostenibilidad, lo que significa una hoja de ruta común con metas y plazos definidos.
Renzo Boccanegra, jefe de proyectos del departamento de sustentabilidad y encargado del programa en ChileCarne sostuvo: “visualizamos este programa como una herramienta pública que apoyará a todos los productores de manera transversal, en la producción de alimentos a nivel nacional. La caja de herramientas y los procesos metodológicos permitirán a distintos sectores la construcción de sus propios estándares de sustentabilidad”.
El programa se inspira tanto en modelos internacionales, como en la experiencia nacional. “Se partió en 2018 desarrollando diversas herramientas que convergen en una serie de distintos instrumentos que van apoyando la idea de sostenibilidad en las empresas, y contribuyen a mejorar los puntos débiles a nivel productivo, mejorar el desempeño y gestionar el riesgo según las propias prioridades de los productores”, de acuerdo a Daniela Acuña, encargada de sistemas productivos sustentables del departamento de Sustentabilidad y Cambio Climático de ODEPA. “El enfoque sectorial es clave porque nos permite avanzar, porque permite que todos ganen, adquieran experiencia y mejoren en estos temas”, agregó.
A juicio de Daniela Álvarez, subgerente de Sostenibilidad de ChileCarne, “se trata de una plataforma madura que le va a permitir a los productores tener una certificación y poder también compararse punto por punto con otros estándares existentes a nivel internacional y así poder ver qué tan lejos o cerca están del cumplimiento. Lo anterior cobra relevancia toda vez que muchas veces existen diversas exigencias para los productos alimentarios, dependiendo del mercado de destino, las cuales podrán ser visualizadas y administradas desde un solo punto”.
El pilotaje está disponible desde el 15 de abril de 2021 para el uso de las empresas que lo soliciten, mediante la utilización de una plataforma de gestión de la Agencia de Comercio Internacional, dependiente de la OMC y de la ONU, adaptada para su utilización por las empresas chilenas, con la finalidad de que los usuarios puedan ingresar de manera más expedita y personalizada. El proceso de masificación al público general se materializará durante el segundo semestre de este año.