El Servicio Agrícola Ganadero (SAG) modernizó las normativas de bioseguridad cerdos y aves mediante las resoluciones N° 211/2024 y N° 7695/2024, fortaleciendo medidas para prevenir enfermedades, mejorar la trazabilidad y elevar los estándares de bienestar animal en ambos sectores.

En un esfuerzo por fortalecer la protección del patrimonio zoosanitario nacional y alinearse con los estándares internacionales de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el SAG de Chile actualizó las normativas de bioseguridad en los sectores porcino y avícola. Estas medidas buscan prevenir la introducción y propagación de enfermedades, mejorar la trazabilidad y promover el bienestar animal en ambos sectores.

Resolución para el sector porcino: Un salto hacia la sostenibilidad

Con la publicación de la Resolución Exenta Nº 211/2024 para el sector porcino que estableció el SAG, se implementa un sistema integral de bioseguridad para los diferentes tipos de productores. Entre las medidas destacan:

  • Infraestructura mejorada: Cercos perimetrales y filtros sanitarios más eficaces.
  • Protocolos de desinfección: Procedimientos detallados para la limpieza de vehículos, equipos y personal.
  • Control de plagas y gestión de residuos: Estrategias para prevenir transmisores de enfermedades y manejo seguro de desechos como purines y animales muertos.

El enfoque también es gradual, con medidas inmediatas para la mayoría de los establecimientos y plazos de hasta 12 meses para requisitos más complejos.

Resolución para el sector avícola: Consolidando la bioseguridad

En paralelo, el organismo oficial del Estado también implementó la Resolución Exenta Nº 7695/2024, reemplazando la normativa previa (Resolución Nº 4534/2023) y modernizando los manuales y pautas de verificación de bioseguridad para productores de la Agricultura Familiar Campesina (AFC) y planteles industriales. Entre los principales cambios se incluyen:

  • Manual de Bioseguridad para la AFC o traspatio: Introducción de medidas básicas como el aislamiento de nuevas aves por 14 días, uso exclusivo de ropa y calzado para manejo de aves, y la separación de los gallineros de otros animales.
  • Manual de Bioseguridad para planteles industriales: Lineamientos específicos para engorda, reproductoras, incubación y ponedoras, que abarcan cercos perimetrales, filtros sanitarios y protocolos de desinfección.
  • Pauta de Verificación de Bioseguridad: Herramienta para evaluar el cumplimiento de las medidas en los establecimientos.

El cronograma de implementación prevé medidas inmediatas para la mayoría de los rubros, y plazos de hasta 12 meses para ciertas disposiciones en planteles con menos de 20.000 aves.

Un compromiso con la sanidad animal y la competitividad

Estas actualizaciones subrayan el compromiso de Chile con la seguridad alimentaria y la competitividad internacional de sus sectores porcino y avícola. En 2023, la producción de carne de aves alcanzó aproximadamente 2.5 millones de toneladas, mientras que la producción porcina se situó en 1.4 millones de toneladas, reflejando un crecimiento sostenido en ambos sectores. Al implementar medidas robustas y adaptadas a las realidades de pequeños y grandes productores, el país refuerza su capacidad de prevenir enfermedades y garantizar altos estándares de bienestar animal en toda la cadena productiva.