ProChile ha puesto a disposición del sector privado un boletín que contiene información comercial y tendencias de mercado reportadas por las 56 Oficinas Comerciales de ProChile en el mundo, con el fin de apoyar la toma de decisiones que permitan aumentar la resiliencia del sector exportador y capturar nuevas oportunidades.
En la carta del Director de ProChile, Jorge O´Ryan mediante la cual se envió el boletín, señala que hay un significativo impacto en la economía mundial.
Si en 2019 el PIB mundial registró su peor desempeño desde 2009, con un crecimiento de 2,5%, para este año las estimaciones más optimistas -luego del estallido de la pandemia- preveían una disminución de 1,0% en la tasa de crecimiento de la economía mundial. Sin embargo, en la medida que la emergencia sanitaria se ha expandido, las previsiones han recortado el crecimiento esperado.
En un contexto marcado por la incertidumbre, según Euromonitor, si el peak de la pandemia se alcanza a fines de mayo y entre el 1% y el 10% de la población mundial se infecta, el crecimiento global podría alcanzar entre -1,5% y 0,5% en 2020.
El comercio internacional ya se había desacelerado en 2019, con una contracción del volumen del 0,1%, afectado por tensiones comerciales y la ralentización del crecimiento económico. Para este año, la Organización Mundial de Comercio (OMC) prevé una reducción del comercio mundial de entre 13% y 32%.
El COVID-19 es un shock a la oferta y la demanda. Entre los países más afectados por la pandemia se cuentan a EE.UU., China, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, los que representan el 43,58% de la oferta y la demanda mundial (PIB); el 57,2% de la producción de manufacturas; el 37,6% de las exportaciones mundiales y el 49,6% de las exportaciones chilenas. Las perturbaciones de la oferta y la demanda en esos países tendrán repercusiones mundiales.
En segundo lugar, las medidas preventivas implementadas por los gobiernos producirán una desaceleración importante en la demanda agregada de esos países, lo que también repercutirá en el comercio mundial. CEPAL ha estimado una contracción de la demanda de exportaciones de América Latina y el Caribe del 21,7% a China, del 7,1% a EE.UU. y del 8,9% a la Unión Europea.
En tercer lugar, los sectores manufactureros de estas economías más afectadas son centrales en diversas cadenas de suministro internacional. Es probable que el choque de la oferta en estos países cree un contagio en la cadena de suministro de gran parte del mundo. Por ejemplo, China provee a nuestro país el 7% de insumos intermedios utilizados para producir exportaciones.
El Director de ProChile indicá además que como oportunidades se pueden destacar:
Fortalecimiento del canal eCommerce. El brote del SARS en 2003 fue un catalizador para el eCommerce en China, generando un profundo cambio en los patrones de consumo en de ese país. Esta contingencia tendrá un impacto similar. En 2019, el 12% de los adultos mayores compraban online en ese país, mientras que en febrero de este año ese canal llegó al 87%. Se espera que este hábito que se mantenga en el futuro. Por otro lado, la incorporación de pequeñas tiendas en los canales online abre oportunidades para competir a futuro con los grandes canales eCommerce ya establecidos.
Alza en la digitalización de la rutina. Las tecnologías digitales han disminuido el impacto de la crisis sanitaria en algunas profesiones, la educación y ciertas atenciones médicas. Esta contingencia acelerará procesos de digitalización en todos los ámbitos, abriendo oportunidades para creadores de tecnologías de la información y servicios prestados en forma digital.
Alza en el consumo de bienes vinculados al bienestar. A medida que países asimilan el distanciamiento social, las personas confinadas priorizan el “sentirse bien”, incrementando el consumo, por ejemplo, de bebidas alcohólicas y productos de cuidado facial, como se ha observado en algunos países de Asia.
Fuente: ProChile
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